Procrastinación es el hábito de retrasar conscientemente actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables; sin embargo, esta conducta además de ser recurrente tiene otro elemento importante, que es el malestar que aparece mientras se está postergando la actividad. Según las investigaciones, el malestar puede incluir aspectos emocionales, cognitivos y conductuales, tales como estrés, ansiedad, cansancio, frustración, tristeza, vergüenza y culpa, sobre pensar lo que se debe hacer o como se debiera actuar, o bien, evitar las situaciones o actividades que se debieran realizar de manera que se intensifica las emociones como la ansiedad y angustia al momento que la persona se da cuenta y observa cómo repite otra vez esta práctica, entre otros. Sin duda que resulta perjudicial el aplazar repetidamente actividades relevantes que sabemos que debemos realizar, pero incorporar el malestar de diversa intensidad mientras ello ocurre vuelve esta situación bastante más compleja.

Sabemos que el más preciado recurso que tenemos las personas bajo nuestro control es el tiempo, y que éste no se puede recuperar. Entonces, si deseas dejar de lado este contraproducente hábito, se requiere en la mayoría de los casos, mejorar una característica esencial que es tomar acción. Esta es una habilidad poderosa y compleja, pues implica no sólo ser hábil en poder tomar decisiones, sino también ligar esa decisión -que pertenece al ámbito cognitivo-, con aspectos emocionales, anímicos, y también corporales. Entonces, si pensabas que bastaba con abordar solo técnicas o criterios de tipo racional, es momento de que comiences a pensar que el cambio es mucho más integral, donde todo tu organismo está involucrado.

Entonces, si estás dispuesta(o) a generar un cambio en ti para así lograr lo que te propones lo antes posible -es decir, mejorar tu autoeficacia y tus funciones ejecutivas-, hay múltiples factores que podemos abordar. Entre ellos están tu capacidad de autodeterminarte, que se forja al definir adecuadamente tus desafíos y metas personales, para posteriormente reunir la fuerza necesaria para movilizarte hacia la acción. Además, requeriremos de tu motivación y tu fuerza de voluntad, para fusionarlas y ser consistentes en lograr tu cambio. Y por cierto, vamos a necesitar de tu capacidad de desafiarte y de superar tus temores, para salir de tu zona cómoda y mantenerte en la zona incomoda el tiempo que sea necesario. Aprenderemos como conocer emociones como el miedo y la ansiedad, y así paulatinamente podrás comenzar a transitar hacia otras emociones como el coraje, para que te den la fuerza necesaria para cambiar estas pautas de conducta que buscas modificar. Si te fijas, daremos un vuelco a tu intencionalidad: desde el evitar hacer hacia el hacer ahora , y para ello se requiere de tu compromiso.

En Apoyo-Psicologia.com queremos y podemos acompañarte para que inicies tu proceso de transformación, facilitando la incorporación de nuevas prácticas en un espacio de acogida, empatía y seguridad. De esta manera podremos desarrollar tu poder de decisión y determinación, ensayando libremente, pero también de forma estratégicamente orientada y utilizando toda una batería de herramientas para gestionar adecuadamente tu tiempo, organizar tu agenda, planificar a corto y mediano plazo, construir metas, definir prioridades, etc.

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