¿Cuándo acudir a terapia?

Para decidir cuándo acudir a terapia psicológica debemos tener en cuenta diversos factores.

En primer lugar, podríamos decir que es recomendable acudir a terapia psicológica cuando existe un problema que supera tus fuerzas en ese momento para solucionarlo, y que te dificulta o impide vivir como tú esperas y sentir plenamente bien-estar. Por tanto, esa situación-problema te genera malestar y sufrimiento. Pero… ¿cuándo decimos que existe un problema? Un problema existe cuando hay una discrepancia entre lo que haces y lo que quisieras estar haciendo, o bien, cuando los resultados que quisieras tener no se corresponden con tu momento actual. Por esta razón, todas las personas podrían necesitar ayuda psicológica en algún momento de su vida.


Recuerda que los seres humanos venimos equipados genéticamente para pedir ayuda. Si no lo crees, solo mira a los niños cuando tienen un problema y rápidamente llaman y piden ayuda a sus padres, a sus hermanas(os) o familiares. Sin embargo, esa capacidad la vamos perdiendo con el paso del tiempo, por diversas razones. En adelante te mostraremos que existen motivos de distinto tipo para buscar terapia. Entonces, si estás en cualquiera de los momentos que enunciaremos a continuación, recuerda que estamos aquí para ti:


  1. Sientes que pierdes el control de tus emociones:
    Una de las principales razones para acudir a terapia psicológica es encontrarse desbordado a nivel emocional. Es decir, sientes emociones que no son acordes a la situación en la que te encuentras y sientes que tienen una intensidad que te sobrepasa y no sabes cómo manejar. O bien te sientes inseguro y/o con baja auto estima de modo que no te atreves a cambiar las cosas.
  2. e encuentras en una situación personal o laboral límite (situación crítica):
    Hay ocasiones en las que determinadas situaciones externas nos ponen en encrucijadas y nos exigen al máximo, por lo tanto, nos afectan de formas variadas, muy profundas e intensas. Puedes estar consumiendo sustancias, o tener dañadas tus relaciones, o te sientes solo, no consigues hacer lo que te propones, o bien tus amigos te han dicho que están preocupados por ti. Si te ocurre esto, acudir a terapia psicológica te va a ayudar en primer lugar a tomar perspectiva de la situación-problema. Luego, te ayudara a evaluar si las estrategias que has utilizado han sido adecuadas o suficientes para abordar esas situaciones. Posteriormente te aportara nuevas estrategias que te permitirán controlar o modular tus emociones, afrontar de mejor forma la situación y re-encontrar tu coherencia personal, para que puedas seguir avanzando en tu vida.
  3. Sufres de dolores recurrentes de cabeza, estómago, o bajas defensas que no tienen explicación médica Los problemas emocionales tienden a manifestarse en nuestros cuerpos. El estrés, o el malestar emocional, por ejemplo, puede manifestarse de muchas formas en nuestra relación con la comida, en dolores crónicos de estómago y cabeza, y resfríos frecuentes o disminución del apetito sexual.

  4. Tu cabeza no para de tener pensamientos, y sobre todo negativos:
    Los pensamientos intrusivos negativos son comunes en todas las personas, y pueden ser sobre ti mismo, o sobre tu entorno. Sin embargo, cuando empiezan a ser demasiados o bien son muy insistentes, empiezan a preocuparnos y ese es el momento en que queremos eliminarlos sin conseguirlo. Y esto a su vez aumenta nuestra ansiedad de forma considerable. Mediante la terapia psicológica vas a aprender a manejarlo de forma de bajar la intensidad y frecuencia, impidiendo que se conviertan en obsesiones.
  5. Tienes ataques o crisis de ansiedad o de pánico:
    Hay momentos en los que sientes un miedo intenso y sientes síntomas como taquicardia, mareos, temblores, sudoración, sensación de falta de aire, sensación de desmayo, etc. Además, puedes llegar a creer que tu vida está en peligro. Llegados a este punto, es fundamental que acudas a terapia psicológica para que un especialista pueda evaluar si estás sufriendo trastornos de ansiedad.
  6. Tienes dificultades para conciliar el sueño:
    La dificultad para conciliar el sueño, o para mantenerlo por al menos 7 horas seguidas, puede ser un síntoma de numerosos problemas. Cuando se haya descartado un problema orgánico a través de un médico, es fundamental acudir a un psicólogo para ver cuáles son las causas de esta dificultad.
  7. Tienes miedos que no puedes superar, como hablar en público, o tienes dificultades para relacionarte con otras personas.
    Sin duda que estos temas son relevantes para nuestro quehacer académico, laboral y social. Necesitamos desenvolvernos de forma tranquila en espacios donde requerimos mostrar lo que sabemos, o mostrar quienes somos, sin que esto nos produzca inconvenientes mayores. Un terapeuta te puede ayudar a superar esta situación.
  8. Tienes miedo a perder el control:
    Sientes que ante determinadas situaciones puedes llegar a perder el control. Además, sientes una fuerte ansiedad cuando esto ocurre. Es el momento de poder flexibilizar nuestros patrones y recobrar el manejo funcional de las actividades que necesitamos completar.
  9. Has pasado una situación traumática.
    Si te has visto enfrentada(o) durante tu vida a situaciones de alto impacto (accidente, golpes, malos tratos, abusos, abandono, etc.) que sientes que han marcado tu vida, es necesario que sepas que existen formas de recuperar de maneras más eficientes e integrales un trauma, de forma que puedas corregir las secuelas que dejan en los comportamientos adultos. Tenemos los conocimientos y la experiencia para poder apoyarte en este tipo de procesos.
  10.  Te sientes desconectado de actividades que antes disfrutabas, o sientes malestar en tu vida diaria.
    Si ya no disfrutas igual al reunirte con tus amigos o seres queridos, o ir a tus lugares favoritos, puede ser una señal que algo anda mal. Si sientes una desilusión generalizada, y tienes la sensación de que no tiene sentido hacer ya las cosas, o te sientes infeliz, ir con un psicólogo puede ayudarte a volver a conectarte con tus emociones y a volver a andar tu camino.

Cualquiera sea el motivo que te lleva a consultar, nos lleva a nosotros como equipo de terapeutas al desafío de intentar priorizar los aspectos o elementos que tiene la situación-problema que te hace consultar, de modo que el proceso de terapia sea eficiente y comiences cuanto antes, a sentirte mejor, más aliviada(o) y apoyado.
Y lo que hacemos nosotros como terapeutas es intentar priorizar en primer lugar las crisis, como son las crisis de angustia, de ansiedad, o de pánico. En segundo lugar, dejamos los síntomas, como es el estar o sentirte tenso, irritable, depresiva(o), ansiosa(o), entre otros. En tercer lugar, abordaremos los conflictos, ya sean contigo mismo(a), o bien con otras personas de cualquier ámbito, ya sea social, laboral, académico, o amoroso. En cuarto lugar, buscaremos atender elementos de tu personalidad, ya sea porque están en conflicto con otras personas, o bien porque buscas mejorar aspectos de ti, por tu propio deseo de crecer y alcanzar nuevos estados de desarrollo. Y por último, dejaremos el desarrollo personal, como un espacio de exploración personal, que busca aumentar tu auto conocimiento.
Si te fijas bien, este orden estaría dado por los criterios de urgencia y profundidad del motivo de consulta; sin embargo, nosotros siempre vamos a considerar aquello que la o el paciente desea abordar en primera instancia, como nuestra prioridad.

También existen razones positivas por las que acudir a terapia psicológica:

  1. Un espacio solo para ti:
    Muchas personas se relegan a un segundo plano y anteponen las necesidades de los demás (pareja, familia o hijos) a las suyas propias. Esto te va a pasar factura en el plano emocional, ya que suelen surgir sentimientos de vacío y soledad, que suelen no ser entendidos ni atendidos por el hecho de estar rodeados de gente. Si acudes a terapia psicológica este espacio va a ser para ti. Te va a permitir cuidarte y dedicarte atención. Vas a poder hablar de tus dificultades, preocupaciones, necesidades y/o sueños.
  2. Te vamos a escuchar sin juzgar:
    Te vamos a escuchar sin realizar juicios de valor. En la sesión vas a encontrar un espacio de confidencialidad en el que vas a poder hablar sin temor a que te critiquen o a ser juzgado. Además, intentaremos comprenderte, acogerte, explicarte qué es lo que te está sucediendo y darte herramientas de manejo para cada situación que te complique.
  3. Comprender lo que realmente te ocurre:
    Hay ocasiones en que las emociones toman el control de nuestra vida y nos impiden pensar y actuar con claridad. Te bloquean o te impulsan a tomar decisiones que en otros momentos no habrías considerado.
    Mediante la terapia psicológica vas a encontrar tu propio camino, así como también las explicaciones de lo que te sucede. Habitualmente encontramos a personas que se sienten aliviadas al hallar una explicación a los síntomas que llevaban experimentando durante el último tiempo. Así mismo, hablar de tus preocupaciones te va a ayudar a concientizar muchos detalles que habías pasado por alto y eso te permitirá tener mayor perspectiva.
  4. Te va a permitir aprender a gestionar tus emociones, pensamientos y comportamientos:
    Mediante la terapia psicológica vas a aprender a identificar y cambiar tus pensamientos distorsionados que te hacen sentir mal. Así mismo, vas a aprender a gestionar tus emociones y hábitos negativos para conseguir reemplazarlos por otros más saludables.
  5. Conocerte mejor y conocer a aquellos que te rodean:
    A medida que profundices en tus sentimientos vas a ser más empático con los demás y entenderás los motivos de sus comportamientos. Esto te permitirá tener mayores opciones de conducta y así acceder a espacios relacionales diferentes, como, por ejemplo, si eres de las personas a quienes les cuesta “abrirse” emocionalmente con otras personas, y deseas hacerlo, aprenderás a pedir ese tipo de espacios, siendo cuidadoso contigo mismo y pudiendo manejar la situación para sentirte bajo control.
  6. Vas a obtener un punto de vista más global y objetivo:
    En consulta, el psicólogo no opina sobre tus valores o experiencias. Te va a brindar un acompañamiento y un punto de vista profesional acerca de lo que te está ocurriendo. Te va a ayudar a buscar la coherencia necesaria entre la experiencia vivida y una explicación integral, para que puedas comprender lo que te sucede, guiando con ello la búsqueda de la mejor solución para ti. Debido a que el profesional no está involucrado a nivel emocional, le permite brindarte una perspectiva más global acerca del problema. Gracias a esto, vas a poder tomar conciencia de aquellos factores que te impiden avanzar y te ocasionan emociones negativas.

Además, la terapia psicológica es igualmente útil y beneficiosa en casos en que la meta es aumentar el potencial y hacer de la vida una experiencia mejor. Por tanto, son muy buenas razones para tomar una terapia:

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